PERROS: Terriers valientes y nobles: EL YORKSHIRE TERRIER

En el siglo XIX, en Escocia, cazaba para aumentar los recursos de las familias pobres. Es un bribonzuelo, a pesar de los lacitos y pasadores que lleva en la cabeza. Antes de convertirse en perro de salón, el York conoció la dura vida de las fábricas de hilados y las minas de carbón británicas, y era un apreciado ayudante de los obreros: cazaba para alimentar a las familias.

RAZA
Hocico barburo y bigotudo, ojos brillantes y expresivos, orejas pequeñas y en V, pelo tan largo y sedoso como sea posible, formando manto. Tamaño: alrededor de 20 cm. Peso: alrededor de 2 kg. Duración media de vida: 14 años. Es un perro de aspecto vigoroso y bien proporcionado, de cabeza llana y pequeña y hocico corto. Los ojos son grandes, hundidos, inteligentes. De cuello elegante. Los pies son redondos con uñas negras. El pelo es de textura fina, sedosa. Ningún filamento oscuro debe entremezclarse con el pelo de color leonado. El pelo de la cabeza debe ser largo, de un color leonado intenso, más oscuro en los lados de la cabeza, en la base de las orejas y en el hocido, donde el pelo es especialmente largo, con pelo intenso y muy brillante en el pecho. El color desde el occipital hasta la base de la cola es un azul acero oscuro.

EL YORK MARCA LA MODA CANINA
El yorkshire fue el inspirador de muchos accesorios, adornos e incluso de cosméticos para perros. Diversas marcas de alimentos de lujo fueron creadas para él, sin mencionar numerosas clases de cestos y almohadones.

NUMEROSOS CRUCES
¿Quién va a creeer que este pequeño perro, siempre tan de moda, es un animal centenario? Y sin embargo, es cierto. El york apareció en el siglo pasado y su nacimiento fue provocado por la coyuntura económica. En Escocia, desde la región de Glasgow hasta el condado de York (o Yorkshire), los obreros de la industria lanera utilizaban para la caza a un pequeño terrier: el cydesdaleterrier. Se trataba de un perro largo y pesado que fue cruzado con perros rateros muy vivaces, los broken haired terriers. El resultado fue un animal más pequeño, más delgado y más ágil. A raíz de algunos cruces con el skye, el dandie dinmont, el manchester y el bichón maltés, apareció el york.

OBRERO ANTES QUE BURGUÉS
Muy avispado y emprendedor, hacía milagros para sacar a los conejos de sus madrigueras y facilitar así su captura... Como los trabajadores de la industria textil eran pobres y se dedicaban a la caza furtiva, el pelo largo del yorkshire era ideal para agarrarlo por ahí si debían emprender una huida precipitada. En 1880, la raza ya estaba tipificada, y el york dejó de pertenecer sólo a los obreros y sedujo a los burgueses de la zona. De la mano de aquellos hizo su aparición en las exposiciones caninas, y el primer standard oficial se estableció en 1898. a partir de entonces, el yorkshire inició una vertiginosa carrera en toda Europa.

UNA MINIATURIZACIÓN EXCESIVA
El york es sometido a una miniaturización abusiva. Se ha exagerado hasta tal punto de crear ejemplares de 900 gramos, lo cual degenera la raza y provoca problemas serios.

VÍCTIMA DE SU PROPIO ÉXITO
Rápidamente nació una moda y se establecieron cientos de criadores. La demanda crecía sin cesar y se importaron ejemplares de Gran Bretaña, Países Bajos o de Bélgica que tenían orígenes dudosos, con pedigree falso, que habían sido destetados demasiado pronto y sin vacunar, algo que todavía se hace.

CARÁCTER
Chispeante, divertido, alegre, cómico, listo, seguro de sí mismo, poco dócil cuando no se le sabe tratar, ladrador. Con un yorkshire en casa, es imposible deprimirse. Siempre está observándolo a uno con su mirada maliciosa, hace el payaso, salta y corre por todas partes. Es un buen comediante que adora la compañía de los humanos y sabe cómo hacerlos reír. Hay que ser indulgente antes de imponerse autoritariamente. El alocado yorkshire, con sus melenas doradas y su lacito en el pelo, es encantador. Pero no se equivoque, no es un muñeco. Es un perro y, sobre todo, un terrier. En realidad no tiene nada de remilgado ni de delicado, a pesar de la forma en que suelen ser tratados por sus dueños.

EL HÁBITO NO HACE AL MONJE
Autoritario, fiel, inteligente, alegre, deportista, lleno de vitalidad, prefiere con mucho gastar energía en el campo a permanecer en su cesto comiendo golosinas. Cierto es que le gusta mucho que le tomen en brazos, ya que adora a su dueño, pero, en la primera ocasión, se suelta para ir a callejear. Se trata de un perro de exterior, que nunca refunfuña ante la perspectiva de un buen paseo por el bosque... y agota a otros perros mayores que él a los que deja atrás con sus infatigables pasitos.

UN PERRO ENCANTADOR

Cuando alguien llama a la puerta, se precipita a toda velocidad y alza su carita con expresión curiosa. ¿Quién es? Si se trata de un amigo, representa su pequeño número de seducción, mientras espera que se le corresponda con elogios. Pretende a cualquier precio que la conversación gire alrededor de su personita, y, en general, siempre lo consigue. Le gusta mucho que se ocupen de él. Si un extraño llama a la puerta, se las da de doberman y se pone a gruñir tan ferozmente como es capaz. Desgraciadamente, no impresiona a nadie. Pero, ¡no se puede decir que no lo intente!

LLENO DE ENERGÍA
Impetuoso y lleno de gracia, el york se entretiene con cualquier cosa: una hoja, un pájaro, una mariposa... Si ve una hormiga, lanza un grito agudo y se lanza sobre ella. ¿Ve un topo? Se pone a cavar furiosamente para hacerlo salir de su madriguera. Desbordante de vitalidad, el york siempre está pletórico de energía. Corre y salta como si fuera una pulga. Es imposible aburrirse con él... actúa como un verdadero antídoto para la depresión. Gracias a su alegre temperamento, se adapta a todo el mundo: familias, solteros, ancianos... Incluso conquista a aquellos que detestan a los perros miniatura, ya que es, ciertamente, un perro pequeño aunque dotado de un gran carácter.

CON LOS NIÑOS
Al yorkshire le gustan mucho los niños. siempre está dispuesto a jugar y a hacer locuras. ¡Pero cuidado! Enseñe a los niños a respetar el largo pelo tan tentador para las manitas infantiles... Si éstos se sobrepasan, el york soltará un gruñido como diciendo: "¡Basta! no soy ningún juguete" Luego, contento de haber sabido hacerse respetar, continuará jugando, porque no es en absoluto rencoroso.

UN JUERGUISTA QUE SABE ESTAR TRANQUILO
Durante sus momentos de abandono, ya que sabe también descansar, el yorkshire da pruebas de una ternura desbordante. Entonces se instala en el regazo de su dueño como si fuera el más mullido de los almohadones y si una mano suave y cariñosa le rasca entre las orejas llega al éxtasis...

EL ABC DEL PERFECTO DUEÑO
El yorkshire necesita un propietario que se ocupe de él de verdad, ciertamente con ternura, pero sobre todo con una firmeza constante y sin variaciones.

Empiece pronto su adiestramiento.

Ante su malicia y determinación, debe mostrar más psicología que inteligencia. Demuéstrele que usted es el amo y que manda de verdad.

Culpable o simplemente travieso, intentará sobornarle. No ceda ante sus artimañas enternecedoras, si lo hace su autoridad habrá desaparecido para siempre.

Enseñarle a no ladrar día y noche le costará mucho. Persevere. Recompense los "buenos" ladridos y manifieste su disgusto cuando ladre a destiempo. El perro acabará comprendiendo lo que usted espera de él.

Si se mantiene usted firme al tiempo que demuestra ternura meterá en cintura los rebeldes instintos de su compañero.

BIEN EDUCADO, SE PORTA COMO UN CABALLERO.
Una educación firme puede convertirlo en un verdadero caballero, ya que aprende con rapidez normas básicas. Incluso puede provocar la admiración por su buena voluntad, aunque tenga fama de poco dócil.