domingo, 22 de mayo de 2011

PERROS para minusválidos.

Afectuosos y sacrificados con sus dueños, obedientes y atentos, inteligentes y comprensivos, bien adiestrados. Si tienen lagunas deben volver a la escuela. Han de tener los sentidos muy desarrollados. Tranquilos, hábiles, de una fidelidad a toda prueba y pacientes.

SIEMPRE DISPUESTOS
Abrir la puerta, encender la luz, descolgar el teléfono, recoger un objeto, traer el periódico... la tarea de estos perros permite que su dueño afectado de minusvalía física, sea independiente además de proporcionarle gran consuelo moral. Cuando uno sufre una disfunción motora, el gesto más nimio resulta a veces muy difícil y, a veces, imposible de realizar. ¿Como encontrar un objeto, llamar al ascensor, o poner el monedero en el bolso sin pedir ayuda? Aquí interviene el perro. Todos estos gestos cotidianos, que su dueño no puede llevar a cabo, el perro los hace en su lugar.

LOS OJOS DE SU DUEÑO
Con un perro bien adiestrado, un invidente puede desplazarse sólo. Ya no necesita pedir ayuda para cruzar la calle. Ya no corre riesgo de tropezar con un obstáculo, caer por la escalera o chocar con un transeúnte. El animal es los ojos de su dueño. Le indica el peligro, se detiene para dejar pasar a los coches. Incluso es capaz de memorizar unos veinte recorridos diferentes y asociarlos a órdenes. ¿Su dueño quiere ir de compras? Basta con que le diga "vamos al súper", para que el perro le lleve hasta allí.

EL OÍDO DE SU DUEÑO
En Estados Unidos existe un centro de adiestramiento de perros para sordos. No es necesario que sea un animal de raza para ser admitido. Se puede "matricular" en él a cualquier perro. Lo más importante es que posea oído fino. En esta escuela aprende a reaccionar antes varios ruidos en lugar de su dueño. Cuando suena el teléfono, por ejemplo, el perro descuelga y le da el auricular. Si suena el despertador, despierta a su amo suavemente con un par de lametones. Cuando llaman al timbre, acude a la puerta. Actúa como una verdadera ama de llaves. En la calle, apresura el paso si oye la sirena de una ambulancia. Si el niño llora o percibe algún ruido sospechoso, este fiel compañero da la alerta a través de gestos.

CONSUELO MORAL
Hay que tener en cuenta que el perro que ayuda a una persona afectada por una minusvalía física a recuperar cierta autonomía no ejerce únicamente una función utilitaria. Con su amabilidad y con su presencia, este buen amigo de cuatro patas aporta siempre un gran consuelo a su dueño y, con mucha más frecuencia de la que pensamos, suele ocurrir que le devuelva la sonrisa y las ganas de vivir. También ejerce de excelente terapeuta con los disminuidos psíquicos.

PERROS Y PRESOS
En Estados Unidos, en Purdy, en el estado de Washington, se confió en el año 1982 a un grupo de mujeres presas una misión extraordinaria: educar a services dogs (perros para disminuidos). Ante el éxito alcanzado por la operación y a la vista de su gran acción benéfica sobre el comportamiento de las presas, otras instituciones penitenciarias siguieron su ejemplo.

1974, UNA FECHA CLAVE
Los primeros perros para disminuidos aparecieron en Estados Unidos en 1974, en el seno de la Canine Companion Independence.

CUALIDADES NECESARIAS
Estos profesionales caninos son seleccionados por su extremada dulzura, su paciencia, su obediencia y su espíritu de sacrificio. En resumen, para ser un buen perro de asistencia hay que ser "de buena pasta". Los campeones son el labrador y el golden retriever. Pero no basta con pertenecer a una de estas razas para ser considerado un perro para disminuidos. Alrededor de los dos meses, los cachorros previamente seleccionados son sometidos al test de Campbell, una prueba que permite a los educadores caninos evaluar las aptitudes de sus alumnos. Al menor error, son eliminados. No existen exámenes de recuperación. En cambio, hay cursos de reciclaje. Cuando uno de ellos asimila menos las órdenes, regresa a la "escuela" junto a su dueño.

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