miércoles, 16 de noviembre de 2011

Vendaje de regiones problemáticas en perro y gato (Conferencias/Control de heridas; Steven F. Swaim.)


El clínico veterinario tiene que aplicar vendajes en heridas a menudo. A veces, el área que se tiene que vendar requiere una atención especial para que el vendaje sea efectivo y seguro. Las siguientes son técnicas de vendaje que el autor ha encontrado efectivas para vendar ciertas áreas en perros y gatos.

CABEZA Y OREJAS
Los vendajes de cabeza y orejas son necesarios en heridas y sitios quirúrgicos en dichas áreas. Ej. Corrección de un otohematoma, ablación total del conducto auditivo, heridas traumáticas, extirpación de un tumor. La oreja se venda a menudo por encima de la cabeza. Para hacer esto se utilizan tiras adhesivas de esparadrapo para asegurar la oreja sobre la cabeza. Se aplica una tira de esparadrapo de dos pulgadas de anchura, lo suficientemente larga para pasar alrededor de la cabeza del perro, a lo largo de un borde de la oreja con la mitad de su anchura enganchada a una cara de la oreja. Se dobla la tira de esparadrapo a lo largo, de tal manera que la otra mitad se enganche a la otra cara de la oreja y a sí misma fuera de la oreja. Esto se realiza en los dos bordes de la oreja. Se aplican los vendajes primarios necesarios sobre las heridas. Se coloca una bola de algodón encima de la cabeza, en la base de la oreja, y la oreja con las tiras de esparadrapo adheridas se pliega por encima de la cabeza, con una tira de esparadrapo por delante y otra
por detrás de la oreja contraria. Con las tiras envueltas alrededor de la cabeza, se corta después lo sobrante. La capa secundaria del vendaje se coloca alrededor de la cabeza pasando alternativamente por delante y por detrás de la oreja contraria. Con cada envoltura, se usa un lápiz marcador para marcar la localización de la abertura del canal auditivo externo, por si hay que aplicar medicación en la oreja. Se aplica después la tercera capa del vendaje. El autor utiliza tiras prerrasgadas de esparadrapo adhesivo de 2 pulgadas de anchura, marcando de nuevo la posición de la abertura del canal auditivo externo. El trozo de esparadrapo más importante en el vendaje es el más craneal, que tiene la mitad de su anchura en el vendaje y la mitad de su anchura en el pelo de la cabeza. Después de aplicar esta tira, la persona que realiza el vendaje, la presiona con su mano sobre su sitio para calentar el adhesivo del esparadrapo, con el
objetivo de que se adhiera al pelo y no se deslice. En perros y gatos pequeños, los vendajes se pueden ajustar mejor si este trozo de esparadrapo sale por encima de los ojos y se corta después en esta área para despejar la zona de los mismos. Si se usa un esparadrapo adhesivo elástico como tercera capa, debería tenerse cuidado de no ponerlo tan apretado que obstruya la respiración, especialmente si el vendaje se aplica con un tubo endotraqueal colocado. Un vendaje apretado puede causar problemas respiratorios tras la extracción del tubo. Cuando se usan esparadrapos elásticos que se adhieren sobre sí mismos continúa siendo necesario el uso de una tira de esparadrapo adhesiva para fijar el borde frontal del vendaje. Si hay que aplicar medicación en el canal auditivo, se puede usar una hoja de bisturí para realizar una incisión en el esparadrapo marcado encima de la apertura del canal auditivo, y con unas tijeras se puede eliminar el material de vendaje sobrante y exponer la apertura del canal auditivo.
Cuando se cambie el vendaje, se debería ir con cuidado de no 1) cortar la oreja, y 2) cortar las tiras de esparadrapo que
aseguran la oreja por encima de la cabeza.

VENDAJES DEL CODO
Cuando se vendan heridas sobre el codo, la inmovilización y la extensión son importantes para evitar el movimiento del tejido de la herida y la presión en el área respectivamente. Ambas cosas debilitan la cicatrización.
Con el animal de pie, se aplica un vendaje primario por encima de la herida del olécranon/ área quirúrgica. Empezando exactamente por encima de la mano, se aplica un vendaje secundario blando y voluminoso, envolviendo a la extremidad hacia arriba para cubrir el área del codo, con 4-5 capas de grosor. El rollo se desliza hasta por encima de los hombros, envolviendo 4-5 capas alrededor del área torácica craneal, alternando vueltas por delante y por detrás de la extremidad anterior. Se continúa envolviendo, especialmente en el área del codo, para producir una transición/cruce suave entre la
extremidad y el vendaje del cuerpo. En esta capa puede también usarse un material alcolchado cubierto por gasa auto adherente.
La capa secundaria se cubre con tiras cortas prerrasgadas de esparadrapo adhesivo de 2 pulgadas de anchura, empezando distalmente y yendo hacia arriba usando un patrón en forma de “cola de paloma” circunferencial. Se utilizan tiras largas de esparadrapo encima del vendaje torácico y tiras de longitud intermedia que cubren el cruce entre la extremidad y los vendajes del cuerpo. Alternativamente, se pueden utilizar esparadrapos elásticos como capa terciaria.
Usando una cuchilla de afeitar y unas tijeras, se corta un agujero en el vendaje por encima del olécranon, para permitir el tratamiento de la herida sin tener que sacar todo el vendaje. Cada día se repone un pequeño vendaje encima del área después del tratamiento.
Para la extensión e inmovilización en perros grandes, se puede usar una cinta de fibra de vidrio para hacer una tablilla lateral que se extienda desde el área de la mano y hasta por encima de los hombros. Ésta se sostiene con esparadrapo.
En un perro pequeño se puede usar un material de fibra de vidrio prefabricado para este propósito. Alternativamente, se puede usar una vara de aluminio como material para moldear un bucle que se incorpore en el vendaje lateral para extensión.

ALMOHADILLAS PLANTARES
Es importante prevenir la presión en las heridas de las almohadillas plantares para proteger a los tejidos de la extensión, lo que debilitaría la cicatrización o rompería las suturas a través del tejido. Se pueden usar tres técnicas para liberar de carga a las almohadillas. Para reducir presión sobre una almohadilla metacarpiana / metatarsiana, se puede incorporar una almohadilla de gomaespuma de compresión intermedia, tipo Donut, en la superficie palmar / plantar del vendaje. Tiene un agujero recortado para alojar el área de la almohadilla que tiene la herida. La reducción de presión en las almohadillas digitales se puede conseguir con una almohadilla triangular del material de gomaespuma mencionado arriba colocada debajo de la almohadilla metacarpiana / metatarsiana en el vendaje de la pata. Esto eleva los dedos.
Para más alivio de presión, se puede usar la parte en forma de copa de una meta-tablilla de Mason debajo de protectores de espuma en ambos vendajes. Estos dos tipos de vendajes se usarían en perros de tamaño intermedio con heridas moderadas o en cirugía de las almohadillas.
Para un alivio máximo de la presión en las almohadillas, se puede usar un vendaje / férula en caparazón. Es una muleta localizada que libera al máximo de la carga a todas las almohadillas. Después de colocar un vendaje en la pata, se aplican dos meta-tablillas de Mason al vendaje, de tal manera que haya una en cada lado ( caudal/craneal o medial/lateral) del vendaje, con las partes en forma de copa de frente la una a la otra y extendiéndose más o menos una pulgada más allá del final del vendaje. Se mantienen en su posición mediante tiras de esparadrapo colocadas en circunferencia. En la extremidad anterior, las tablillas se extienden hasta cerca del codo, y, en la extremidad pélvica se extienden hasta el corvejón. Estos vendajes con tablillas están indicados para animales grandes y en casos de heridas mayores de almohadilla o cirugía.

VENDAJES PÉLVICOS
Los vendajes pélvicos están indicados para heridas o procedimientos quirúrgicos en esta área, ej. mastectomía, etc. Se coloca un vendaje primario en el área. La segunda capa rodea en círculo al área abdominal caudal y pasa alrededor de la porción proximal de las extremidades pélvicas. En los perros machos, se coloca el vendaje de tal manera que no se incluya el escroto en él; sin embargo, el vendaje se adapta mejor si se coloca encima del prepucio, en vez de alrededor de. Después de aplicar el vendaje, se usa una hoja de bisturí y unas tijeras para cortar cuidadosamente una abertura en el vendaje de forma que se aloje el extremo craneal del prepucio, asegurándose de que no existe presión en el lugar donde el aspecto craneal del prepucio se une con la piel abdominal.
Como en los vendajes del codo y la cabeza / oreja, se puede cortar una ventana en el vendaje encima del área de la herida, para permitir el tratamiento sin tener que sacar todo el vendaje.
Los vendajes que se atan por encima pueden usarse también en la región pélvica. Se colocan asas de sutura alrededor de la herida. Después de poner un vendaje primario, y un acolchado encima de la herida, se ata cinta umbilical entre las asas para mantenerlas en su lugar.

VENDAJES DEL RABO
Las puntas de los rabos largos se lesionan con frecuencia debido al movimiento brusco del rabo o al choque con superficies sólidas. Para proteger la punta del rabo mientras cicatriza se necesita un vendaje seguro que no se pueda soltar cuando el rabo se mueve. Después de colocar una pieza pequeña de material de vendaje primario en la punta del rabo, se coloca, circunferencialmente, una pequeña cantidad de envoltura secundaria alrededor del rabo. Para asegurar el vendaje, se aplican circunferencialmente tiras pre-rasgadas de esparadrapo de 1 pulgada de ancho alrededor del rabo. En el extremo proximal del vendaje, se usa la técnica de solapamiento para fijar el vendaje al pelo. Después de aplicar una tira de esparadrapo, se tira de algunos pelos de debajo del margen proximal del esparadrapo y se colocan por encima del esparadrapo. La siguiente tira de esparadrapo se coloca por encima de éste pelo, quedando como un “sándwich”. Se repite el procedimiento 2-3 veces para que el vendaje quede firmemente fijado al pelo del rabo. Se pueden usar estribos de esparadrapo de 1 pulgada de ancho, de manera similar a como se usan en la pata, para asegurar un vendaje del rabo, pero el autor prefiere la técnica de solapamiento. Debería tenerse en cuenta que los
vendajes del rabo que se colocan con mucha seguridad, también pueden ser difíciles de quitar. Después que la herida de la punta del rabo se ha curado completamente, puede pensarse en el uso de un agente comercial endurecedor de almohadillas plantares para evitar que se repita la herida.

EVITAR EL DAÑO AL VENDAJE
Una parte importante de la efectividad de un vendaje es evitar que el animal lo dañe. El autor ha utilizado varias técnicas para evitar el daño al vendaje / herida.
Se pueden utilizar bozales tipo cesta de alambre (ej. galgos, bozales de carreras) para evitar que el perro manipule el vendaje en cualquier área del cuerpo. Están disponibles comercialmente a través de los distribuidores de suministros para mascotas y se dispone de tamaños para perros desde muy grandes a muy pequeños. Al principio, los perros pueden intentar sacárselos pasándose la pata por encima del hocico. Un trozo de esparadrapo que vaya desde la zona del collar de detrás de la cabeza hasta el bozal, pasando por encima del área nasal caudal, puede ayudar a evitarlo.
Aunque los perros pueden beber con el bozal puesto, hay que sacárselo para comer.
Se pueden usar refuerzos laterales para mantener al perro alejado de su parte posterior. Esto se puede hacer con unas barras de aluminio moldeadas de tal manera que se adapten alrededor del cuello y se extiendan a lo largo de los lados del perro. Se puede incorporar otro tipo de material duro en un vendaje corporal y bilateralmente para evitar que el perro llegue a su parte posterior.
Los collares isabelinos, que pueden fijarse al collar del perro, o cubos de plástico o cuencos (para perros pequeños o gatos) con el fondo recortado, pueden usarse para mantener la cabeza / boca del perro lejos de cualquier cosa caudal al dispositivo, o la pata del animal lejos de cualquier cosa craneal al dispositivo, ej. la cabeza. Con todos estos dispositivos de contención debe tenerse en cuenta que el animal no puede cuidar de sus propios hábitos higiénicos naturales. Así, el cuidador deberá hacerse cargo de ello.

viernes, 4 de noviembre de 2011

CONDUCTA CANINA: Aprenda a comunicarse con su perro.

El comportamiento canino es una fusión entre lo instintivo y lo aprendido. No hay que olvidar que un perro es un perro, pues aunque parezca una perogrullada muchas personas cometen el error de pretender mantener con sus perros una interacción persona-persona. Casi la totalidad de los rasgos de conducta de un perro responde al instinto de reproducción y conservación de su especie. Enseñar y educar a un perro debe significar enseñarlo a dar rienda suelta a sus instintos naturales en el momento y lugar oportunos.



La inteligencia es algo difícil de medir. Los perros nos parecen muy inteligentes porque nos es más fácil comunicarnos con ellos que con los gatos, o los cerdos, etc. y porque repiten comportamientos por los que antes han sido premiados. En el caso de los gatos, su independencia hace que no necesiten de nuestra aprobación. Los perros aprenden muy rápido cuando les conviene, si obtienen recompensa al efectuar determinada conducta, tenderán a repetirla y si no, lo más probable es que la abandonen. Hay que tener en cuenta que lo que para un humano pueda ser entendido como castigo, para un perro puede representar un premio, pues prefieren la atención que se les brinda al ser regañados que el ser ignorados.



Los perros son animales sociales y desean sentirse integrados en la estructura social. Las jaurías salvajes están jerarquizadas y existen normas sobre el derecho a aparearse y alimentarse, aunque siempre existe alguno que intenta desafiar el orden social. Para evitar graves lesiones que perjudicarían a la manada al completo las agresiones fueron sustituidas por una serie de comportamientos que permiten resolver cualquier conflicto. Estos comportamientos incluyen gestos con rostro y cuerpo, miradas, gruñidos, etc. que expresan tanto intenciones como respuestas. Mediante el juego, los perros descubren los puntos fuertes y flacos de sus congéneres, algo muy útil a la hora de determinar su status social. La estructura jerárquica de una jauría se parece al de una empresa: el director general, que disfruta de ciertos beneficios, y los subalternos que se apañan con mucho menos.

El jefe de la manada es aquel que se lleva la mejor parte de todo: la porción más grande de alimento, lugar más seguro para dormir, atenciones, aliados en el grupo, aparearse y criar hijos sanos, etc. El resto tiene que conformarse con lo que el líder desdeña. Los jefes de la manada son denominados individuos Alfa o dominantes. Cuando un perro vive con nosotros debe asumir que nosotros somos los jefes de la manada y nos corresponden estos privilegios.

Cuando un perro vive con nosotros esperamos que se relacione con sus congéneres de manera muy distinta a su naturaleza y que al encontrarse con otros de diferentes jaurías (familias) se traten a diario sin confrontación o conflicto, y ésto es posible sólo por la domesticación del perro a lo largo de los años (un perro jamás llega a comportarse como un lobo adulto). Además nosotros le sometemos a una socialización precoz, pues desde cachorros les enseñamos a aceptar a otros perros a pesar de que sean desconocidos. Aún así, los rituales y normas de conducta social se conservan.

COMUNICACIÓN OLFATIVA
Los perros delimitan lo que consideran su territorio utilizando su olor personal, "leen" olfativamente la orina de otros perros como nosotros ojeamos el periódico. En estas señales olfativas hay información sobre el sexo, salud, status y situación hormonal. Mediante el olfato los perros también pueden detectar el miedo, pues se cree que cuando un perro está atemorizado libera ciertas sustancias químicas que avisan a los demás del peligro. Quizá sea ésta la explicación de que a tantos perros les aterrorice el veterinario aunque jamás hayan sufrido ninguna experiencia traumática en él.

COMUNICACIÓN VISUAL
Cuando existe contacto visual, la comunicación olfativa deja paso a la comunicación por gestos. Cuando un perro puede moverse con total libertad, sin correa, se toman su tiempo al presentarse a otros perros desconocidos. Al principio es muy probable que ambos se queden como inmovilizados y poco a poco se vayan aproximando despacio y con precaución. A menudo dan una especie de rodeo (dirigirse directamente hacia el otro puede resultar intimidante y puede ser interpretado como un anticipo a la agresión). Una vez cerca, comenzarán a olfatearse mutuamente comenzando por la cara y acabando en la zona genital, que contiene la mayor parte de la comunicación olfativa. Una vez hecho esto puede ocurrir que uno de los dos se aleje (o los dos) y levante la pata para orinar, concluyendo con ésto la presentación, o que se inviten mutuamente a jugar agitando las patas delanteras, acostándose sobre las patas traseras, ladrando...Mientras juegan puede parecer una pelea en serio lo normal es que ambos comprendan y cumplan las normas sociales y no lleguen a morderse fuerte o desafiarse con verdadera hostilidad.

LENGUAJE DE LOS GESTOS
Se asemeja mucho al del lobo. Cuando un perro está relajado y tranquilo su postura lo demuestra, su expresión facial es neutral con sus orejas colocadas en posición normal según su raza, su cola colgará relajada y su cuerpo no parecerá ni agachado ni estirado. Es posible que tenga los ojos entrecerrados y se noten relajados los músculos del cuello y el morro.

Cuando un perro seguro de sí mismo intenta ejercer algún tipo de autoridad o dominar ofrece un aspecto muy distinto. Intentará parecer al otro lo más corpulento y fuerte posible, con cabeza y cuello enderezados, cuerpo levemente arqueado y preparado para atacar.

En la cola de un perro se pueden identificar con bastante claridad su estado de ánimo e intenciones. Si está alta significa seguridad, excitación o dominación, aunque es típico en algunas razas que la cola este alzada permanentemente. Cuando mueven la cola expresan alegría o excitación. Si está totalmente recta y vertical agitándose con movimientos cortos puede ser indicio de actitud dominante y si por el contrario está baja y se mueve con lentitud expresa inseguridad. En muchas ocasiones los dueños de perros agresivos han notado que al atacar sus perros meneaban la cola. En definitiva, la cola es un reflejo tan fiel de las emociones de un perro que al amputársela se está privando al animal de gran parte de la capacidad para expresarse, con lo cual no se debe amputar a no ser por motivos de salud.

MENSAJES SONOROS
Los perros también modulan su voz para producir diversos sonidos como lloriqueos, ladridos, gruñidos, ronroneos gemidos, aullidos...etc Hay muchos perros que entonan aullidos, herencia de sus antepasados de lobo.

GRANDES OBSERVADORES
Los perros comprenden perfectamente nuestras posturas, gestos, expresiones, etc. y saben identificar gracias a ellas nuestras emociones, y aprenden qué les proporciona experiencias gratificantes y qué no. Por ejemplo, ver qué zapatillas nos calzamos les basta para saber si vienen con nosotros a pasear y comenzar a manifestar su alegría. Esta capacidad de observación es una gran ventaja para nosotros a la hora de enseñarlos. Asocian nuestros mensajes con una acción concreta.

HÁGASE ENTENDER
Ármese de paciencia y piense cuántos años le llevaría aprender a la perfección una lengua extranjera. El tiempo, la motivación del perro y la práctica son muy importantes. Esmérese en dejar claro a su perro cuándo está orgulloso y cuándo desaprueba su conducta. Si las reglas son claras, justas y consecuentes su perro se sentirá seguro. Además, si acompaña sus órdenes con gestos corporales y faciales será más fácilmente entendido.

En ocasiones los perros olvidan qué comportamientos son apropiados y cuáles no, necesitan refrescar la memoria con clases de repaso. Hágalo con comprensión. Si su perro está comportándose de manera inapropiada trate de enseñarle utilizando el refuerzo positivo en lugar del castigo y si se porta mal, no lo premie. Para muchos perros el castigo más eficaz es ignorarlos temporalmente, pues los perros hacen cualquier cosa por llamar la atención (incluso portarse mal). Aprenden muy deprisa cuando el castigo consiste en privarlos de felicitación y premio.

Para expresar desaprobación con la voz se puede utilizar el mensaje sonoro "no" o haciendo sonar objetos. Por señas se puede expresar extendiendo una mano abierta con la palma hacia abajo en dirección al perro. Para hacer que el perro asocie estos mensajes con la negación de una recompensa se buscar un premio que le guste mucho, dar al perro dos porciones y colocar la tercera en el suelo; cuando se disponga a tomarla se utiliza el signo y se recoge la chuchería inmediatamente. Este proceso se repite hasta que el animal evite el alimento en cuanto perciba la señal, que suele ser una media de seis veces. Seguidamente se repite todo el proceso sustituyendo la golosina por su juguete favorito o por una salida al jardín para reforzar la asociación. Una vez hecho ésto usted podrá utilizar esta señal para interrumpir cualquier conducta no deseada.

Un perro debe obedecernos porque confía en nosotros y está motivado, que esté deseoso de colaborar y no lo haga por temor a un castigo. Jamás se debe utilizar el castigo físico, que es entendido por ellos como una crueldad a la que no le encuentran sentido, explicación ni causa justificada. Incluso los gritos sobresaltan y atemorizan excesivamente a la mayoría de los perros. Motive a su perro con recompensas, felicítelo por sus éxitos y no olvide que él es un perro y usted una persona que debe expresarse de una manera concreta para que él le entienda. Si tiene alguna complicación o comienza a observar trastornos en su conducta pida atyuda a un profesional de adiestramiento canino.